El miedo a perder el cuerpo.


Para salvar el mundo de las almas, los protagonistas de "Mi mundo Vir y mi mundo Mor"
tienen que lograr la conexión entre ellos. Pero no es tan fácil. Esa conexión normalmente tiene lugar sólo en un mundo llamado Enérgia que por sobradas razones ahora tiene que ser salvado. Entonces están obligados a tratar de lograr la fusión en el mundo más difícil de todos, único accesible y con cierta similaridad con Enérgia, el mundo Vir.
 
Se enfrentan a un mundo material donde para unirse deben olvidarse de la materia y se hace difícil por el entorno, pues todo es material y dominante. La materia ha sido la barrera creada de propósito por el Consejo Almos (del mundo Almos) para impedir que la unión entre Vir y Mor pueda suceder antes del tiempo indicado. Ese es su propósito, ahora casi imposible de romper.
 
El juego del amor en el libro es fundamental. Porque va a ser el verdadero protagonista, pero no sólo. Aprender a amar incondicionalmente, sin prejuicios, sin excusas, y evitando que los problemas perjudiquen el proceso del amor llega a ser muy fatigoso en un mundo donde la materia te impone manifestarte a consecuencia.
 
La materia es todo lo físico y el amor lo espiritual, y el mundo de los Vir se basa en un mundo material donde lo físico va por encima del espíritu.  ¿Cómo entonces luchar contra eso?  
 
Cuerpo y alma, alma y cuerpo. 
 
El miedo a perder el cuerpo es tan devastador que los Vir se olvidan que pueden perder el alma, y un cuerpo sin alma no tiene vida, pero un alma sin cuerpo es simplemente la verdadera vida.

Comentarios

Entradas populares de este blog